Un homenaje a mis amigos PR que estudiaron en Kennedy

 El post es un especial homenaje a Antonio Di Genova, MartínGüemes,Roberto Avilia, Eduardo Cano, Matías Dutto, Bárbara Rendell y Valeria Maruccioentre otros.

 Va el post de Martín en Dominó

 RR.PP. en Kennedy: 40años de trayectoria

Puedo decir que he tenido la suerte de estudiar RelacionesPúblicas en, posiblemente, la universidad del país que mejor dicta la carrera.Estoy hablando de la Universidad Argentina John F. Kennedy. La trayectoria de quien junto con la UADE iniciaron el camino de la profesionalización de las Relaciones Públicas transformándolas en una carrera universitaria, allá por la década del 60’, son un sello de calidad humanística. La perspectiva de la carrera y su sentido cristiano en la casa de estudios que me cobijó desde mis 18 años, son una punta de lanza hoy para mi y mi desempeño profesional y personal también.

Muchos crearon este espacio, lo cultivaron, loenriquecieron. Desde el Dr. Miguel Herrera Figueroa quien desde su pensamientosentó las bases para una mirada distinta de la educación, hasta quienes hoytrabajan día a día en la universidad con la sola motivación y vocación de ver asus alumnos crecer, ejercer y trabajar por un mundo más comunicado, unido ypacífico. Puedo dar nombres de muchos que estuvieron en el evento del juevespasado, que quedarán, de algún modo, por siempre en mi memoria: GracielaFerreira, Carlos Méndez, Patricio Puerta, Ivana Suarez, Antonio Di Genova,entre muchos otros profesores y autoridades.

Fue un acto verdaderamente lindo, que marca el espírituverdadero y profundo de las Relaciones Públicas. Muy distinto a lo que hoy seve en muchos ámbitos. He estado en eventos impecables. Con mujeres hermosasalrededor, bocados de sushi con semillas de sésamo, sonido espectacular, humoazul, todo sumamente organizado, majestuoso, pero todo sumamente vacío. Decontenido, de algo genuino, auténtico, con identidad. No son esas lasRelaciones Públicas que queremos. Las Relaciones Públicas no son maquillaje.Dejemos eso para Gaby o los PR bolicheros (con todo el respeto que se merecencomo trabajadores). Este evento en la Kennedy fue todo lo contrario. Por ejemplo, fallóminúsculamente el sonido, sí, pero ni con eso la transmisión de valores ysentimientos se mosqueó. Estaba allí la identidad de esta comunidad académica,estaba allí esa unidad de su diversidad, ese “afecto académico” imprescindiblepara el aprendizaje, esa verdadera formación de las Relaciones Públicas en sumás importante rol: la propagación de valores humanos y cristianos.

Muchos super PR modernos estoy seguro que si tuvieran queanalizar o criticar este evento, se quedarían detenidos en la falla del sonidoo en la incorrecta aplicación de los isologos en los banners. Incluso no se sicomprenderían la presencia de un coro, con chaqueta mitad negra y mitad rosa,entonando la nochera seguida por “we are the champions”. Probablemente muchosse quedarían en lo superficial y olvidarían la importancia, la profundidad delas Relaciones Públicas.

Este mundo estético, sintético (y muchas veces patético) loslleva (y nos lleva) a eso. A quedarnos con lo superficial. En estos 40 años denuestra apasionante carrera, me gustaría agradecer a la universidad Kennedy,encarnada en todas sus autoridades, profesores, graduados y estudiantes, porreivindicar y transmitir con una fuerza digna, la gestión de las RelacionesPúblicas como gestión de valores, construcción de identidades y esfuerzosmancomunados por un mundo más comunicado.