Internet 2.0: hacia una política y una sociedad más inteligentes. Por Christian Morgenstern

Mucho se escucha, lee y sienteacerca de la creciente influencia de Internet en las campañas electorales decandidatos norteamericanos y europeos en el último tiempo sin olvidar suinjerencia en la Argentina. Sin embargo, la diferencia entre el uso en uno yotro lugar del mundo ha sido significativa.

El contraste radica en lo que se hadado en llamar web 2.0.Mientras la campaña electoral en Argentina mostró un leve despegue de la web 1.0 hacia la 2.0, en aquellos países la últimaversión ya es toda una realidad en auge y desarrollo.

La Internet 2.0 refiere al concepto deinteractividad: herramientas extendidas como los blogs, redes y comunidades virtuales, RSS, apertura de sitios de periodismoparticipativo, publicidad contextual, etc. estimulan laparticipación del ciudadano a extremos inéditos al punto de modificar porcompleto y de forma irreversible el ecosistema de medios a nivel global. Losmedios ya no controlan la agenda pública sino que ésta se ve alterada –yenriquecida- por la creciente intervención pública a nivel global de la opiniónpública crecientemente participativa en un diálogo cada vez más profuso. Estefenómeno trae como consecuencia una imbricación del discurso político con eldiscurso ciudadano sin precedentes.

Barack Obama acaba de producir unarevolución inédita para el sistema político norteamericano caracterizada por lainfluencia determinante de las redes sociales y su poder de difusión y derecaudación ( Facebook, MySpace,y su propio sitio organizado como una gran red social, MyBarackObama,le han permitido actuar como un organismo de recaudación por pequeños aportesindividuales hasta llegar a superar enormemente el presupuesto de sus rivalesClinton y Machain, inclinados a conseguirlos a través de métodos tradicionales). Las redes sociales motorizan la acción, no sólo el pensamiento. La acción seve impulsada por el diálogo inteligente entre los grupos de interés y ademáspor aplicaciones específicas,”widgets”,que permiten construir a cada individuo su propia red, organizar eventos ymítines , invitar amigos y compartir archivos de todo tipo, con el fin dellevar a cabo acciones comprometidas con una idea o causa.

Ya no se puede , por lo tanto,hablar de discurso partidario, discurso político y público expectante comoentidades separadas a cuya mediación servían los medios de comunicación, sinoque forman ellas, en su conjunto , de manera inextricable, una unidadindivisible mutuamente influyentes una en la otra. El diálogo propiciado por elformato blog , cuyo importancia consiste en la interacción participativa decandidato y ciudadano, y entre ciudadanos entre sí ,deriva en un saltocualitativo desde un paradigma anterior en el que la ciudadanía encontrabaescasos incentivos a la participación y las estructuras burocráticas se volvíanentidades frías y lejanas para el ciudadano medio. La sociedad civil ahorapuede ser mucho más fuerte e inteligente que antes, sus ciudadanos puedenunirse en grupos de afinidad con una facilidad y potencialidad nunca vistas. Elformato blog obliga a los candidatos a informar mucho más a sus seguidores yescucharlos. Las redes sociales agrupan a comunidades virtuales organizadas entorno a afinidades temáticas, religiosas, culturales y políticas. El teléfonomóvil permite la conexión instantánea en red y ya se ha visto, en Argentinainclusive, su poder como herramienta organizadora de manifestaciones públicas. Google Earth comienza a utilizarsecomo instrumento de control del gasto público en sitios ciudadanos y como unaágil herramienta para construir la diplomacia pública y redes transnacionalesde ciudadanos agrupados por intereses y preocupaciones comunes.

La realidad virtual lejos está deser lo que algunos estudiosos temían hasta hace un par de años: un mundoparalelo en el cual el individuo se aísla y cohíbe, escapando de lasobligaciones y libertades del mundo real. La realidad virtual parece, por elcontrario, ser una extensión del mundo real y un facilitador de la construcciónde identidades individuales. Internet es un medio de expresión al alcance decualquiera, amén de la existencia de la denominada brecha digital, que aúnpersiste, al mismo tiempo que avanza su disminución mediante la masificación yel abaratamiento de la tecnología.

Este fenómeno participativo modificael mundo de las empresas y la educación y no sólo las relaciones entre lacomunidad y las estructuras políticas. Las empresas construyen su imagencorporativa y sus productos en conjunto con los consumidores (no en vano se haacuñado el neologismo “prosumer”en referencia al rol de los clientes como productores de las marcas, ya no sólocomo consumidores).

La educación digital, el e-learning , se extiende a escalaglobal como un facilitador de procesos de aprendizaje. Los medios digitales sonhíbridos en los que confluyen la palabra escrita, la imagen fija y animada y elaudio.

Para nuestras sociedades modernasInternet tiende a estimular lo que la sociología política valora como el factoracaso más importante de estabilidad social: la confianza.

El control sobre el gobierno, losprocesos de reorganización y reestructuración de los servicios estatales (el e-government como instrumento dereforma del estado es una muestra), la adaptación de los medios y loscandidatos al latir del pulso ciudadano, las generación de redes y anillos deconfianza y reputación (para comprobarlo sólo basta ver el funcionamiento deredes sociales como Linkedin, Xing,Facebook y recomendadores de noticias como Keegy, Menéame, entre otros, o sitiosde opinión sobre consumo como Livrao el propio sistema de Mercado Libre)traen como oportunidad el fortalecimiento del mundo público-y el privado- através de la ética, el prestigio, la reputación y la transparencia. Másparticipación, más control social , más interacción, mayor compromiso de lasautoridades y la ciudadanía , conforman un conjunto invalorable de estimulantesde la ética pública.

Google es un continuoorganizador de información desorganizada por el poder distribuido y cambiantede las redes sociales catalizadas por anillos de confianza. El poder no seconcentra en un centro único y fijo, situación necesaria para la constituciónde un Gran Hermano global –algunos analistas han pretendido equipararlo conGoogle-. El poder fluye por los canales participativos de las redes sociales yallí se encuentra distribuido y deslocalizado.

La campaña 2007 en la Argentina dio cuenta deuna incipiente influencia de Internet en los procesos electorales. Según uninforme de la Sociedad de la Información de las Américas los candidatos exhibieron las herramientas tratando de mostrar el conocimiento de su existencia sin dar un impulso real a sus ventajas. Los sitios de los candidatos raramente se actualizaron durante y después de la campaña y fueron escasamente interactivos. Este diagnóstico permite afirmar que la sociedad civil en nuestro país se encuentra más adelantada que la sociedad política. La red social MySpace acaba de instalar sus oficinas para América Latina en Buenos Aires. La red social Sonico ha crecido enormemente gracias al impulso de la conectividad argentina, mientras que Facebook registra una alta participación de usuarios argentinos, por sólo nombrar algunos servicios. En las recientes manifestaciones del campo y la ciudad, las redes sociales y los celulares han jugado un papel clave.

Unos sesenta años atrás, Heideggerafirmó: la esencia de la técnica no es nada técnico, sino que alberga en símisma el posible surgimiento de lo salvador. La web2.0 abre una granoportunidad para una política mejor.

ChristianMorgenstern ha estudiado comunicación en la UBA y desarrollado su experiencia en ONG´s, empresas , luegocomo consultor de comunicación política en Recrear ( Ricardo López Murphy),pasando por el Congreso Nacional como asesor en la misma materia. Investigadory redactor del área comunicación política y medios digitales de la fundaciónFuturo Argentino.

Fuente: http://www.futuroargentino.com.ar